Desde Sixto Rodriguez hasta Kesha, la industria discográfica ha sido el mismo monstruo en el closet, con el cual los artistas han tenido que dormir, sujetos al miedo de ser devorados por un animal agonizando que trata de entender el nuevo negocio de la música. Todas las historias tienen dos caras o más. La creación del P2P dio paso a la piratería pero también le abrió el camino a Apple para crear Itunes y llegar hasta Apple music, o entender la existencia de Spotify.
La realidad actual es que no encontramos una justificación suficiente para poseer un disco, aparte de la nostalgia de que forme parte de una colección. O simplemente es un hábito para aquellos que nacimos antes de los 90.
Antes el problema era ser escuchado, ahora el problema es ser encontrado y apreciado. Creo que el mainstream de la música siempre será dominado aún por estructuras corporativas que todavía tienen una gran influencia y conocimiento de la mercadotecnia. Sin embargo, será responsabilidad de cada artista crearse, inventarse y lograr transmitir su mensaje. La ventaja, es que no se necesitan intermediarios, pero sí mucho trabajo.
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